Diferencias principales entre el jamón serrano y el ibérico.
Esta es una duda que nos plantean diariamente en Llamas Centelles cuando los clientes quieren elegir entre una pieza y otra ¿Cuáles son las diferencias entre un jamón ibérico y uno serrano? El jamón es el producto estrella de la gastronomía española. En ocasiones es posible equivocarse a la hora de elegir el jamón que queremos y que se adapte a nuestro plato. Esto suele suceder cuando queremos ofrecer jamón ibérico a nuestros invitados y de repente alguien nos dice que lo que hemos servido, aunque está muy rico, se trata de un jamón serrano.
Este error es común porque mucha gente no conoce la diferencia, compra el que le parece que mejor aspecto tiene, pero son muy diferentes. El jamón ibérico procede de cerdos de raza Ibérica, una raza endémica de la península Ibérica que solamente podemos encontrar en España. Según el tipo de alimentación, existen también diferentes tipos de jamón ibérico:
El jamón ibérico de bellota: proviene de cerdos que, en sus últimos tres meses de vida, han estado libres en el campo alimentándose de bellotas en la época de Montanera, llegando incluso a doblar su peso.
El jamón ibérico de cebo de campo: proviene de cerdos que en los últimos meses de vida han estado en libertad alimentándose de cereales y otros recursos naturales que encuentran en el campo.
El jamón ibérico de cebo: proviene de cerdos que se alimentan de cereales a lo largo de su vida.
Una vez sacrificado el animal, el jamón pasa por un proceso que comprende el perfilado, para dar forma al jamón y eliminar la grasa sobrante, la salazón y el posterior proceso de curación que, dependiendo del tipo de jamón, ya sea de bellota, cebo de campo o cebo, puede variar entre los dos y los cuatro años. El jamón serrano, por su parte, procede de la raza de cerdo blanco, que podemos encontrar en otros países. En Llamas Centelles, los productos de cerdo blanco proceden de cerdos exclusivamente nacidos y criados en España.